
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune del sistema nervioso central que afecta al cerebro y a la médula espinal.
Caracterizada por daños en la mielina (capa protectora de las fibras nerviosas), esta afección genera una comunicación defectuosa entre el cerebro y el resto del cuerpo.
Entre sus síntomas se incluyen fatiga, debilidad muscular, espasticidad, problemas de equilibrio y coordinación, dificultad para caminar y dolor crónico.
La fisioterapia en la EM no actúa de manera aislada; forma parte de un enfoque interdisciplinario que incluye médicos, terapeutas ocupacionales y psicólogos.
Según investigaciones publicadas en “Multiple Sclerosis Journal” y “Neurorehabilitation and Neural Repair”, programas de fisioterapia intensivos y personalizados mejoran significativamente la movilidad, reducen la fatiga y potencian la independencia funcional de los pacientes.
¿CÓMO LA FISIOTERAPIA ABORDA LOS PRINCIPALES DESAFÍOS DE ESTA ENFERMEDAD?
🔹 Movilidad y Control Motor
La fisioterapia se centra en preservar y mejorar la movilidad mediante ejercicios personalizados que fortalecen los músculos debilitados, aumentan la flexibilidad y reducen la espasticidad. Actividades como ejercicios de resistencia y estiramientos ayudan a mejorar el control motor, facilitando tareas diarias como caminar o mantener el equilibrio.
🔹 Mejora del Equilibrio y la Coordinación
Los pacientes con EM suelen experimentar problemas de equilibrio y caídas frecuentes. Los fisioterapeutas utilizan entrenamientos específicos, como ejercicios de estabilidad y el uso de herramientas como balones terapéuticos, para reforzar los músculos centrales y mejorar la coordinación.
🔹 Fatiga y Energía
La fatiga es uno de los síntomas más comunes y debilitantes de la esclerosis múltiple. La fisioterapia incorpora técnicas para gestionar la energía y fortalecer los músculos de manera progresiva, evitando el agotamiento. Además, incluye pautas para actividades diarias con menor esfuerzo físico.
🔹 Dolor y Espasticidad
El dolor y la rigidez muscular pueden afectar considerablemente la calidad de vida. Técnicas como masajes terapéuticos, electroterapia y ejercicios de relajación ayudan a aliviar la espasticidad y disminuir el dolor. Esto también promueve una mejor postura y reduce la tensión muscular.
🔹 Rehabilitación Respiratoria
En etapas avanzadas de la enfermedad, la debilidad muscular puede comprometer la función respiratoria. La fisioterapia ofrece ejercicios para fortalecer los músculos respiratorios, promoviendo una mejor oxigenación y calidad de vida.